Bajo el slogan “Construir un mundo compartido para todas las formas de vida en la Tierra”, Ecuador conmemoró el Día Internacional de la Diversidad Biológica (22 de mayo) con una serie de espacios para reflexionar sobre la importancia de conservar y usar de forma sostenible nuestra biodiversidad.

La Oficina Regional de la UICN para América del Sur se unió este año a la celebración de la Semana de la Biodiversidad que promocionó el lema #EcuadorBiodiverso. Entre el 16 al 22 de mayo se realizaron conferencias y talleres enfocados a la bioeconomía, salud, ciencia y conocimiento ligados a la biodiversidad, en las que participaron alrededor de 200 personas entre universitarios, investigadores y funcionarios de las instituciones organizadoras, en los auditorios de FLACSO Ecuador.

Además, se realizó un cine-foro donde se proyectaron documentales sobre cambio climático, páramos y áreas protegidas del Ecuador. Un espacio en el que 420 estudiantes de los colegios Eugenio Espejo, Simón Bolívar y Mejía de Quito tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre la relación de la sociedad civil con los recursos naturales y beneficios que provee la biodiversidad para el desarrollo de la humanidad.

La celebración cerró con una cicleada en 7 ciudades del país (Quito, Tena, Loja, Riobamba, Santo Domingo, Guayaquil y Cuenca), y una feria de bioemprendimientos en Quito, visitada por más de 400 ciudadanos.

La ‘Alianza por la Biodiversidad’ está conformada por trece organizaciones de la sociedad civil y de la cooperación internacional, entre ellas: WWF, WCS, PNUD, CONDESAN, FIEDS, FIAS, UNIÓN EUROPEA, FLACSO, INABIO, GIZ, CI, FUNDACIÓN ECUABIO y la Oficina Regional para América del Sur de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), junto al Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE).

¿Por qué debemos generar diálogos sobre la importancia de la biodiversidad?

Son 40.000 especies las que se encuentran en peligro de extinción. Esto equivale al 30% de las especies evaluadas en la Lista Roja de la UICN[1]. Esta cifra alarmante no solo demuestra una pérdida de especies, sino que también nos recuerda que cuando destruimos la biodiversidad, nos destruimos a nosotros mismos.

La aparición de la COVID-19 ha puesto en evidencia que cuanto más biodiverso es un ecosistema, más difícil es que un patógeno se propague rápidamente y/o domine. Sin embargo, la deforestación, la degradación de ecosistemas, la agricultura intensiva y, sobre todo, los patrones de consumo o consumismo al cual nos hemos acostumbrado exacerban los efectos del cambio climático y en consecuencia se afecta el equilibrio y la estabilidad del planeta.

Estamos cambiando el sistema, cambiando a la naturaleza que nos protege; y hemos creado ciertas condiciones que nos hacen cada vez más vulnerables a desastres naturales y a la aparición y propagación de nuevas enfermedades.

Alrededor del 75% de todas las enfermedades infecciosas emergentes en humanos son zoonóticas, lo que significa que se transmiten de animales a personas. Y a nivel mundial, mil millones de personas son contagiadas cada año y millones de ellas mueren debido a las enfermedades causadas por diversos tipos de coronavirus[2]. La naturaleza nos está enviando un mensaje, lo que nos invita a reflexionar sobre qué estamos haciendo para contestarle.

Cada vez estamos más convencidos del cuidado ambiental y las nuevas generaciones denotan estar más comprometidas a conservar la naturaleza, no obstante, no es suficiente. Se requiere mayor impacto y no es un tema solo de tomadores de decisión este es un llamado los medios de comunicación, a la sociedad civil, a la academia, a la empresa privada, para sumarse porque la lucha por conservar nuestro patrimonio ambiental involucra a todas y todos.

Es momento de cambiar el chip, de cambiar nuestros patrones de consumo. De reducir el empaque innecesario, los plásticos de un solo uso, el uso irracional de químicos y pesticidas, entre otros. Es momento de exigir y exigirnos resultados. De buscar las soluciones en la naturaleza y sobre todo de reencontrarnos con ella.

Para mayor información contactar a: Zornitza Aguilar M., Coordinadora regional de APC – UICN: Zornitza.aguilar@iucn.org, y María Fernanda Burneo, Responsable de Comunicación e Incidencia y Punto Focal - Panorama: maria.burneo@iucn.org

[1] https://www.iucnredlist.org/

[2] https://www.worldenvironmentday.global/es/sabias-que/biodiversidad-y-coronavirus