San José, Costa Rica, 16 de mayo de 2019 (UICN).  El principal objetivo del encuentro fue identificar oportunidades así como generar recomendaciones para el escalamiento de las medidas de adaptación con énfasis en seguridad hídrica, en particular a través del monitoreo y la evidencia de sus beneficios.

“Es trascendental porque hay una necesidad inminente de diseñar instrumentos metodológicos para entender la seguridad hídrica; hay una necesidad fuerte porque la región está enfrentando periodos de sequía cada vez más severos para los que no está preparada”, apuntó Marta Pérez de Madrid, Oficial Regional y Coordinadora del Proyecto AVE.

Esta iniciativa busca que los países donde es implementada logren desarrollar capacidades para garantizar el acceso sostenible a cantidades adecuadas de agua de calidad aceptable para el sostenimiento de los medios de vida, el bienestar humano y el desarrollo socioeconómico, bajo el enfoque de Adaptación basada en Ecosistemas (AbE), mediante la conservación y buen manejo de los recursos naturales.

“Nos permite trabajar en una solución de futuro, no es de corto plazo, no es una “curita” que le pongo al problema, es una solución para hoy y para mañana, y tiene beneficios”, agregó de Madrid.

Durante el encuentro, los participantes discutieron sobre la importancia del escalamiento de las acciones bajo este enfoque; es decir, que las mismas se repliquen, por ejemplo, en contextos más amplios geográficamente o en el ámbito de gobernanza. 

En el taller, los expertos también generaron observaciones y propuestas para que la Guía para la Evaluación de las medidas de Adaptación basada en Ecosistemas orientadas a la seguridad hídrica sea aplicable en las realidades de cada país de acuerdo con las condiciones de cada uno.

La idea es que las medidas de adaptación sean cuantificables y alcancen cuatro dimensiones clave: acceso y cantidad del recurso hídrico, calidad del agua, riesgos asociados al agua y la gobernanza del agua. La Presidenta de la Comisión de Gestión de Ecosistemas de la UICN para México, América Central y el Caribe, Rocío Córdoba Muñoz, destacó que “existen muy pocos instrumentos que generen información fidedigna para saber si están dando resultados que beneficien a las comunidades locales y a los países así como a los ecosistemas”.

Al final de la jornada de intercambio, los participantes acotaron cuatro conclusiones principales:

• El monitoreo, la generación de evidencia y los datos abiertos son fundamentales para los procesos de transparencia en la gestión del agua y alcanzar la seguridad hídrica.
• La gobernanza del agua es indispensable para el escalamiento de las medidas de adaptación.
• Los esfuerzos de coordinación interinstitucional suponen un mecanismo imprescindible para el monitoreo y evaluación del recurso hídrico y avanzar hacia la seguridad hídrica.
• La “Guía de evaluación de las medidas de AbE orientadas a la seguridad hídrica” desarrollada por la UICN supone un avance técnico importante e innovador para proyectos de adaptación.