Ecuador reconoce su primera OMEC: un hito histórico para la conservación
En 2024, el Ministerio de Ambiente y Transición Ecológica de Ecuador (MAATE) otorgó un reconocimiento oficial a la Reserva Río Anzu, administrada por la Fundación EcoMinga, como la primera OMEC del país (Otras Medidas Eficaces de Conservación Basadas en Áreas). Esta designación resalta la importancia de la reserva en la preservación de ecosistemas, la protección de especies en peligro y el fortalecimiento de la conectividad ecológica dentro del Corredor Llanganates-Sangay.

Este logro marca un compromiso sólido con la protección de la biodiversidad única del país y representa un avance clave en el cumplimiento de los objetivos globales de conservación para 2030. Este importante esfuerzo ha sido posible gracias a la colaboración con nuestro socio conservacionista y donante WWF.

Importancia de la Reserva Río Anzu
Esta área posee un alto valor cultural y ecológico, con fósiles y petroglifos que evidencian su importancia histórica y arqueológica. Desde el punto de vista ecológico actúa como una zona de transición única entre el bosque piemontano andino oriental y el bosque húmedo tropical, generando una variedad de hábitats que albergan una rica biodiversidad. La presencia de altas concentraciones de especies endémicas y en peligro de extinción convierte a esta región en una prioridad clave para los esfuerzos de conservación.
Conservación de la biodiversidad: Esta reserva alberga una extraordinaria diversidad de vida, incluyendo especies endémicas y en peligro crítico de extinción. Su papel en la preservación de la biodiversidad global es fundamental.
Aportes científicos: La reserva es un punto clave para la investigación ecológica y de biodiversidad, proporcionando conocimientos valiosos a través de estudios a largo plazo sobre orquídeas, anfibios, aves y otras especies.
Gestión de recursos hídricos: Abasteciendo a aproximadamente 10,000 personas, la reserva garantiza el suministro de agua limpia a las comunidades cercanas, apoyando el consumo doméstico y la agricultura.
Conectividad ecológica: Ubicada estratégicamente, la reserva conecta áreas protegidas como el Parque Nacional Llanganates con zonas urbanas y rurales cercanas, facilitando el movimiento de especies y fortaleciendo la salud del ecosistema.
Nuestro contexto histórico
La creación de la reserva comenzó hace 20 años con la donación de dos propiedades cercanas a las cuevas del Río Anzu, un destino turístico reconocido. Las primeras investigaciones, lideradas por el experto en orquídeas Lou Jost, se enfocaron en la extraordinaria diversidad de orquídeas y sus ecosistemas asociados. A partir de esta base, Javier Robayo y Juan Pablo Reyes-Puig ampliaron el alcance de la investigación hacia la ornitología y la herpetología, desarrollando más de 15 años de estudios que han enriquecido el conocimiento sobre la biodiversidad de la zona.
Crecimiento y expansión
En la última década, la reserva ha crecido de 100 a 586 hectáreas, divididas en cuatro zonas clave de conservación. Esta expansión refuerza la conectividad con bosques intactos cercanos al Parque Nacional Llanganates, fortaleciendo las redes ecológicas. Además, el Corredor de Conectividad Llanganates-Sangay, propuesto en 2018, busca enlazar áreas desde el Cantón Baños hasta el Cantón Mera, garantizando la continuidad del hábitat y la protección de procesos ecológicos críticos.
Ubicación
Provincia: Pastaza. Cantón: Mera. Parroquia: Mera
Área cercana: Parque Nacional Llanganates

Características a recalcar
El sistema de cuevas del Río Anzu alberga una red de aproximadamente 30 cuevas con formaciones geológicas únicas, incluyendo estalactitas y estalagmitas de diversas formas y tamaños. Algunas cuevas han sido nombradas por sus características notables, como "Unión de Continentes", "Copa del Mundo" y "Las Dos Torres". Aunque varias han sido exploradas, otras permanecen inexploradas, incluyendo una gran cámara que asemeja un coliseo. El acceso a estas impresionantes formaciones subterráneas se realiza a través de estrechas entradas, lo que acentúa su aire de misterio y fascinación.
Valor hidrológico
La reserva es una fuente de agua crucial para tres pueblos y una ciudad, beneficiando a aproximadamente 10,000 habitantes. Su papel en la preservación de la calidad y disponibilidad del agua es esencial para satisfacer las necesidades domésticas y agrícolas de la región.
Gestión colaborativa con la Fundación EcoMinga
La Fundación EcoMinga supervisa la gestión de la reserva, con un enfoque en la reducción de las presiones ambientales derivadas de la actividad humana, incluyendo el turismo.
Esfuerzos de conservación
El fomento del turismo sostenible y la mejora en la gestión de los recursos son estrategias clave para la protección de la biodiversidad, al mismo tiempo que se garantiza un suministro estable de agua para las comunidades vecinas.
Logros clave
- Compatibilidad con el SNAP: Se verificó que la reserva no se superpone con el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Ecuador.
- Documentación de propiedad: Se completaron levantamientos topográficos, verificación de tenencia de tierras y consolidación de los registros de propiedad.
- Marco de gobernanza: Se desarrollaron documentos legales para garantizar una gestión adecuada de la reserva.
- Herramientas de manejo: Se aplicó el sistema de evaluación METT4 y se elaboró un plan de manejo integral.
- Estudios de línea base: Se realizaron evaluaciones detalladas que incluyen información física, biológica y cultural, valores de conservación, presiones sobre el área y un mapeo exhaustivo.