Realizando la Meta 3: Avances y desafíos en las Otras Medidas Efectivas de Conservación basadas en área (OMEC) en México, América Central y el Caribe
Centroamérica emerge como un actor clave en la implementación de las Otras Medidas Efectivas de Conservación basadas en área (OMEC), demostrando un compromiso firme con la conservación de su biodiversidad única, la cual representa el 12% de la biodiversidad global.
San José, Costa RIca, 30 de abril de 2024. El compromiso global con la conservación de la biodiversidad ha adquirido un nuevo impulso con la adopción del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal en la COP 15 del Convenio sobre la Diversidad Biológica en 2022. La Meta 3 del Marco destaca la necesidad de conservar y gestionar de manera efectiva y equitativa al menos un 30% de las zonas terrestres y acuáticas mediante áreas protegidas y Otras Medidas Efectivas de Conservación basadas en área (OMEC), reconociendo el rol importante que juegan los territorios indígenas.
La región se ha sumado activamente a este compromiso. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), a través de su Oficina Regional para México, América Central y el Caribe, ha respaldado el esfuerzo de la región para fortalecer la gestión de los territorios y la conservación de su biodiversidad a través de las áreas protegidas y otras medidas de conservación. En el marco del Programa de Biodiversidad: Enlazando el Paisaje Centroamericano, financiado por la Cooperación Alemana a través de KfW, se han por ejemplo generado lineamientos regionales para la identificación, reconocimiento y evaluación de las OMEC, adaptando las directrices globales de la UICN y elaborando criterios e indicadores específicos para la región. La colaboración entre actores gubernamentales y de la sociedad civil, así como de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la UICN (CMAP), ha sido fundamental en este proceso. Ejercicios de reconocimiento y valoración de OMEC en lugares como el Sistema Lagunar de Karataska en Honduras y el Manglar de Barra de Santiago en El Salvador, han resaltado la importancia de identificar los esfuerzos de conservación que ya se vienen realizando y que al promover esquemas formales de reconocimiento de estas medidas conllevarán mejoras en la gobernanza y el manejo desde la realidad local, contribuyendo a la conservación de corredores biológicos y paisajes estratégicos.
En el marco del Foro Regional de la Conservación de la UICN, llevado a cabo en Ciudad de México entre el 15 y el 19 de abril de 2024, más de 40 representantes de gobiernos y organizaciones no gubernamentales de México, Centroamérica y el República Dominicana se reunieron para compartir experiencias sobre el establecimiento de instrumentos formales de reconocimiento de las OMEC y el reporte de su contribución al cumplimiento del Marco Mundial de Biodiversidad, especialmente la Meta 3. Este esfuerzo coordinado entre UICN ORMACC y la CMAP dio seguimiento al encuentro regional sobre OMEC en América Latina y el Caribe, llevado a cabo en 2023 en Lima, Perú, además de presentar la versión actualizada de la Guía para la identificación y evaluación de OMEC en Centroamérica, así como su traducción al inglés.
Durante este encuentro, el Comisionado de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas de México (CONANP) enfatizó la importancia de reconocer a las OMEC rumbo al cumplimiento de la Meta 3, como una medida complementaria a su sistema nacional de áreas protegidas, donde ya se incluye la declaración de Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC).
"Las Otras medidas eficaces de conservación basadas en áreas son sitios situados fuera de las áreas protegidas que ofrecen una conservación in situ eficaz y a largo plazo de la biodiversidad; su correcta identificación, reconocimiento y reporte será fundamental para una instrumentación exitosa del Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal" indicó Andrew Rhodes, vicepresidente de la CMAP.
Por su parte, Úrsula Parrilla, Directora Regional de UICN ORMACC señaló que “la promoción de las OMEC es una tarea que requiere la participación activa de los Miembros y Comisiones de la UICN. Cada Comisión tiene un rol relevante, desde el campo de la legislación hasta la aplicación de herramientas científicas, y la comunicación adaptada a diferentes contextos culturales y socioeconómicos. Para los miembros, esta es una oportunidad para el aprendizaje compartido y para visibilizar sus contribuciones a la conservación de la biodiversidad.”