Nuestra ambición
Para 2030, los sistemas de agua dulce mantienen y sustentan la biodiversidad y las necesidades humanas.
El uso y la gestión insostenibles del agua están degradando los ecosistemas y llevando a las especies a la extinción. Muchos países se enfrentan a un futuro sin agua suficiente para satisfacer sus necesidades, lo cual limitará el crecimiento económico y contribuirá a las migraciones y la inestabilidad regional. Las leyes y estrategias de gestión actuales en materia de agua han demostrado ser insuficientes para abordar estos desafíos, exacerbados por el cambio climático.
Para 2030, los sistemas de agua dulce mantienen y sustentan la biodiversidad y las necesidades humanas.
Se detienen la pérdida de especies y el deterioro de la salud de los ecosistemas de agua dulce y se inicia su restauración.
Se garantiza un acceso equitativo a los recursos hídricos y a todos los servicios ecosistémicos asociados.
La gobernanza, legislación y decisiones sobre inversiones en materia de agua tienen en cuenta los múltiples valores de la naturaleza e incorporan los conocimientos sobre biodiversidad.