Artículo | 22 Sep, 2021

Tras el Congreso Mundial de la Naturaleza: ¿cómo evitamos llegar a un punto de quiebre irreversible?

Luego de 8 días, 5700 participantes presenciales y 3500 en línea, el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN llegó a su fin con un Manifiesto que insta a trabajar por una agenda de recuperación post-pandémica basada en la naturaleza.

content hero image

Miembros de la UICN en América Latina con la nueva presidenta de la UICN

Photo: UICN

Ecuador, 15 de septiembre de 2021 (UICN). El primer evento híbrido de carácter ambiental celebrado tras la pandemia reunió en Marsella, Francia, a más de 1500 Miembros, entre dirigentes gubernamentales, indígenas, de la sociedad civil, de comunidades religiosas y espirituales, el sector privado y el mundo académico, para definir colectivamente acciones encaminadas a responder a los retos más urgentes de la conservación y el desarrollo sostenible en el mundo.

Es por ello, que en el Congreso se adoptaron 148 mociones y recomendaciones con el objetivo de establecer una agenda de conservación de la Naturaleza para el próximo decenio y aún más adelante. Entre las decisiones tomadas en el Congreso se encuentra una moción para que la UICN cree una Comisión de Crisis Climática, complementando la acción de las seis Comisiones ya existentes.

La decisión más significativa para la región de Sudamérica se expresa en la moción N° 129, la que llama a evitar el punto de no retorno en la Amazonía a través de la promoción de la protección, conservación y manejo sostenible de al menos el 80% de su extensión para al año 2025. Esta decisión se sustenta en recientes estudios científicos que demuestran que el nivel de deforestación en la cuenca ha alcanzado un umbral crítico, 17% en la región en su conjunto y 20% en Brasil, lo que, combinado con los efectos del cambio climático, podría implicar, la transformación progresiva de los bosques amazónicos en una sabana.

Otras dos mociones importantes para la región son la moción N° 106, que busca dar prioridad continental a la conservación del jaguar (Pantera onca) en todo el continente americano y la moción N°13, que promueve la protección de los ríos Marañón, Ucayali, Huallaga y Amazonas en Perú, frente a los impactos negativos potenciales de grandes proyectos de infraestructura.

Agenda de recuperación post-pandémica basada en la naturaleza

Uno de los temas principales en debate durante el Congreso fue cómo lograr formas de recuperación de las economías mundiales post COVID-19 que entiendan a la Naturaleza como un aliado fundamental y por tanto la pongan en el centro de los esfuerzos de promoción de actividades productivas y de recuperación del empleo. Para lograr esta meta, se identificó también la necesidad de consolidar y escalar la cultura de conservación, a través de la construcción de nuevas alianzas entre diferentes tipos de actores. En esa línea, el Congreso de la UICN instó a los gobiernos a realizar una recuperación de la pandemia incluyendo de manera explícita a las contribuciones de la Naturaleza, invirtiendo al menos el 10% de los fondos mundiales de recuperación en las denominadas Soluciones basadas en la Naturaleza.

En ese sentido, el principal mensaje que nos deja el Congreso es que “es indispensable lograr un mayor impulso a la conservación como medida eficiente y efectiva para asegurar la consolidación y/o la ampliación de las condiciones de bienestar económico y social de las personas. Esto implica retos como replantear los sistemas productivos, ampliar el financiamiento para emprendimientos que conserven, usen sosteniblemente y recuperen ecosistemas y sus servicios asociados o promover la participación efectiva en la toma de decisiones de actores que hasta la fecha han tenido un papel reducido, como los pueblos indígenas y poblaciones locales, las mujeres y los jóvenes” – sostiene Gabriel Quijandría, Director Regional de la UICN para América del Sur.

En referencia a la región sudamericana, las discusiones giraron alrededor de la necesidad de promover el cambio del modelo de relacionamiento con la Naturaleza, superando el tradicional enfoque de aprovechamiento de recursos naturales basado en el “subsidio” que los países de la región reciben como producto de su gran diversidad biológica, y reemplazarlo por un nuevo modelo donde los esfuerzos por conservación, uso sostenible y recuperación de ecosistemas y sus servicios asociados, sean entendidos como fundamentales para asegurar el bienestar económico y social de las personas en el largo plazo.

“Su condición de megadiversidad debe ser gestionada como una ventaja que para mantenerse en el tiempo requiere plantear estrategias de desarrollo donde la Naturaleza sea un aliado fundamental, desplegando toda su potencia, a través de las denominadas Soluciones basadas en la Naturaleza, en apoyo a la resolución de problemas como el acceso seguro a agua dulce en cantidad y calidad suficientes, la reducción del riesgo de desastres o la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero”, analiza Gabriel Quijandría.

En la sesión de clausura del Congreso, los Miembros de la Unión, que incluye 91 Estados, 212 organismos estatales y gubernamentales, 1,213 ONG, 23 organizaciones de pueblos indígenas, 52 miembros afiliados y redes de más de 18,000 expertos de 160 países, aprobaron el Manifiesto de Marsella, que incluye:

Entre los compromisos anunciados por Miembros estatales y no estatales durante el Congreso figuran:

  • El compromiso de UICN de apoyar y priorizar la implementación de la primera Agenda Mundial Indígena para la gobernanza de tierras, territorios, aguas, mares, zonas costeras y recursos naturales. Esta estrategia sería auto determinada, elaborada por los pueblos indígenas y de su propiedad, como una aportación a la labor de la Unión y a la conservación mundial.
  • El Salvador, Belice, Pakistán, Chile y la Región Sud de Francia se comprometieron a restaurar un total combinado de 5,5 millones de hectáreas, elevando así el total de compromisos del Desafío de Bonn a más de 215 millones de hectáreas;
  • El Congreso insta a los gobiernos a aumentar el uso de Soluciones basadas en la Naturaleza, reduciendo al mismo tiempo las emisiones derivadas de combustibles fósiles de forma significativa.
  • El llamado a reducir con urgencia las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores y en todo el mundo para limitar el aumento de temperatura a menos de 1.5°C y lograr la neutralidad en carbono para 2050, en concordancia con el Acuerdo de Paris de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
  • 15 nuevos compromisos de países con el Estándar de la Lista Verde de la UICN, sumando más de 30 millones de hectáreas de áreas protegidas y conservadas, lo que eleva el número de países participantes en la “Lista Verde” a más de 70 en todo el mundo.

Puede descargar el Manifiesto de Marsella en el documento adjunto.

Anuncios científicos

Durante el Congreso se efectuaron diversos anuncios científicos de gran importancia, incluyendo la última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, que informó acerca de la recuperación de especies de atún sujetas a pesca comercial, así como de una agravación de las amenazas para el dragón de Komodo, a raíz del cambio climático. La UICN presentó también los resultados de un estudio relativo a las amenazas que enfrentan los parientes silvestres de plantas cultivadas, especies vegetales estrechamente emparentadas con importantes cultivos alimentarios y que son cruciales para la futura seguridad alimentaria.

Enlaces:

Noticias del Congreso: https://bit.ly/3C3xJPk

Grabaciones Congreso (duración 12 meses): http://iucncongress2020.org/es