Comunidades al rescate de los bosques salados
22 de abril: Día de la Tierra 2021
Pobladores del cantón de Metalío, en El Salvador, se suman a las campañas de desazolve de canales para restablecer el flujo de agua dulce a su encuentro con el agua salada, un balance vital para los ecosistemas de manglar.
“A nosotros nos motivó hacer este trabajo voluntario porque veíamos que talaban los árboles, el mangle, el madresal y entonces la comunidad de nosotros sabía que si eso no lo atendíamos se iban a acabar los punches, el cangrejo, el pescado, el camarón o el mungo, que muchas personas usan ese recurso para sobrevivir y aquí seguimos trabajando por nuestros nietos”.
Rosa Miriam Mendez Durán, 49 años, activista ambiental de la comunidad Playa Monzón, cantón Metalío, Municipio de Acajutla, litoral Pacífico de El Salvador
Esta serie fue fotografiada en el manglar de Metalío, en el municipio de Acajutla, departamento de Sonsonate, El Salvador, con la anuencia de un grupo de comunitarios que se dieron a la tarea de trabajar en el desazolve de canales y la restauración de manglares, auspiciados por el Proyecto Regional de Biodiversidad Costera que se ejecuta bajo el liderazgo de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), en consorcio con Goal, y con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Esta acción es impulsada por Asesoría a Programas y Proyectos de Desarrollo (ASPRODE), como parte de la implementación de iniciativas de manejo del paisaje, apoyadas por el Programa de Pequeñas Donaciones del Proyecto Regional de Biodiversidad Costera y con la autorización del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) de ese país centroamericano.
Su misión: desazolvar 500 metros de canales, que han sido azolvados, según los pobladores, durante décadas, y que son los que les dan vida a los manglares.
“Nuestros caudales vinieron cerrándose hasta llegar a un momento donde nuestra vegetación y vida silvestre fue desapareciendo”, dicen.
“Así que vimos la necesidad de recuperar los recursos de la zona, como comunidad, desde el año 2005”.
“Venimos trabajando para crear recursos que puedan darle la subsistencia a las familias que hacen uso de los recursos del manglar”.
Es una labor ardua, pero esta comunidad ha realizado esta acción por años, pues reconocen el vínculo directo de la salud de los ecosistemas de manglar con sus medios de vida: “Como trabajo nosotros estamos acostumbrados a hacerlo, lo hemos hecho todo el tiempo por voluntad, en este momento es con una dinámica de pago. Pero nosotros hacemos esto para seguir sobreviviendo”.
La juventud también se hace presente por la restauración de los bosques salados.
Hay familias enteras que se suman a este duro trabajo de desazolve de canales.
Llegan con sus hijos, esposos, nietos…
Dentro de este grupo de personas, algunas ya suman 16 años trabajando en el desazolve de canales y restauración de manglares en beneficio de su comunidad.
A la tarea se suman personas de todas las edades, hombres y mujeres, que en comunidad luchan por recuperar los manglares, bosques que recuerdan frondosos y productivos, y ese anhelo de recuperarlos los motiva a seguir trabajando por ellos.
Organizados bajo la figura del Comité de Protección de Flora y Fauna del Cantón Metalío (ASPROFEMA), esta comunidad trabaja con otras comunidades organizadas para lograr la intervención de tres ríos: Río Cauta, Río Metalío y Río Moscua.
“El Río Moscua, que pega con el Toncontín, es el que estamos tratando de desazolvar ahora, para que tengamos ese caudal vivo”.
La meta de desazolve es llegar a la bocana de Metalío-Monzón. “Nosotros pretendemos que haya un enlace de agua salada y agua dulce, de manglar a manglar, para que pueda darse la reproducción de lo tan esperado, que son los crustáceos”.
Durante la jornada de desazolve de canales, estos pobladores también nos compartieron el trabajo que realizan en materia de reforestación: “nosotros seleccionamos la candelilla, un día antes, la recogemos y la seleccionamos, y al siguiente día ya la sembramos y venimos ya de años haciendo eso, pero nunca nos habían valorado el trabajo hasta hoy, que estamos viendo que las instituciones nos comienzan a considerar”.
El mensaje de estas comunidades, lo expresó Manuel Alfredo Guevara de la Cruz, de 53 años, líder comunitario de Playa Monzón, presidente de ASPROFEMA:
“Pedir de corazón y en nombre de nuestras comunidades la participación colectiva, de uno a uno, a que ya no se siga talando, a que ya no se siga contaminando, a que se sigan cuidando los recursos y pedirles a las organizaciones que inviertan en estos proyectos porque no son fallidos, al contrario, tendrán una repercusión en las futuras generaciones, una herencia para el futuro”.
“Si se invierte en desazolve, reforestación, reciclaje, rehabilitación de productos: cangrejo, pescado, camarón, ostra, concha, que son productos que aquí antes hubo, en estas zonas, y ahora ya no existen, se reactivaría nuevamente la economía, el trabajo y la canasta básica que es lo que tanto necesitamos que las familias tengan en sus casas”.
Foto-reportaje elaborado por Evelyn Vargas Carmona, periodista y especialista en comunicaciones para el Proyecto Regional de Biodiversidad Costera, con motivo del Día de la Tierra que se conmemora cada 22 de abril.