11 de febrero | El rol de la mujer en procesos de conservación de la naturaleza

Desde niña, Florencia Zapata, se interesó en las ciencias naturales y ya para sus primeros años de juventud, se inclinó más por las dimensiones sociales y su relación con el ámbito ambiental. Actualmente es la codirectora del Instituto de Montaña en Perú, organización Miembro de la UICN y socia de varias iniciativas colaborativas.

Florencia considera que la antropología es una ciencia que “sensibiliza sobre la diversidad cultural y las diferentes formas de entender el mundo, interpretarlo y transformarlo” por lo que, en sus más de 20 años en la entidad, ha enfocado su trabajo en proyectos de conservación de la naturaleza, adaptación al cambio climático con énfasis en el enfoque de Adaptación basada en Ecosistemas (AbE), afirmación cultural en los Andes, entre otros.

“En las zonas alto-andinas donde trabajamos, la formación de la antropología permite tener una perspectiva de la gestión ambiental desde la sensibilidad cultural”, manifestó.

Para la antropóloga y también naturalista, el rol de la mujer en la ciencia es fundamental para cumplir los objetivos de conservación de la naturaleza, sin embargo, considera que sigue existiendo una brecha de género entre los actores que generan conocimiento.

Desde su experiencia, todavía es un reto dar voz a las mujeres y hay mucho trabajo por hacer, ya que es común ver una predominancia masculina en las mesas de los Congresos y talleres; lo que implica esfuerzos adicionales para que las mujeres puedan tener las mismas oportunidades.

En ese marco, la solución Restauración de sistemas ancestrales de manejo del agua en los Andes como una adaptación al cambio climático – Miraflores, Perú | PANORAMA es un ejemplo de cómo se puede incorporar, con éxito, y, desde varias esferas, la perspectiva de la mujer en la implementación de una medida AbE.

Photo: ©Florencia Zapata

Solución PANORAMA

La comunidad de Miraflores y el Instituto de Montaña en alianza con la Reserva Paisajística Nor Yauyos-Cochas y la UICN implementaron una medida AbE en la comunidad de Miraflores para beneficiar directamente a alrededor de 400 personas, e indirectamente a las poblaciones que viven en la parte media y baja de la cuenca.

El trabajo consistió en restaurar un antiguo sistema de gestión del agua diseñado por sus ancestros hace 700 años. Con este sistema renovado se pudo restaurar el flujo de agua a los pastizales y mejorar el manejo del ganado y pastos, una adaptación clave al cambio climático.

La medida debía responder a las necesidades locales y a la forma en cómo la comunidad estaba gestionando estos ecosistemas. Las mujeres tienen un rol muy importante en la gestión del agua y todas las actividades agrícolas y ganaderas, por eso necesitábamos su perspectiva para entender el problema, diseñar juntos una solución, llevarla a cabo y sostenerla en el tiempo, explicó Florencia.

En esto coincidió Doris Chávez, técnica agropecuaria y licenciada en educación, quien ha estado involucrada por varios años en este caso de éxito. Para Doris uno de los principales componentes en esta solución fue el fortalecimiento de la institucionalidad y la organización comunal, así como la consolidación de las capacidades y conocimientos locales.

“Existió involucramiento de jóvenes y mujeres lo cual fue muy importante. Actualmente existen mujeres que, a partir de las capacitaciones y talleres, han llegado a ser tomadoras de decisión en cargos administrativos y directivos. Su rol es clave para impulsar el proceso, ya que tradicionalmente han estado al cuidado de la comunidad y de la naturaleza”, contó Doris.

Medidas AbE

El enfoque de Adaptación basada en Ecosistemas (AbE) fue un concepto acuñado por UICN y varios de sus miembros, y adoptado por el Convenio de Diversidad Biológica en el –2009, y a lo largo de los años ha tomado gran relevancia porque permite mejorar la adaptación de las poblaciones, a partir de los servicios que brinda la naturaleza.

Gracias a esta solución, la comunidad de Miraflores ha tenido la oportunidad de trabajar con otros proyectos de conservación. Por ello – para Doris, también facilitadora de campo – su objetivo será continuar impulsando a las comunidades, a través de su trabajo con el Instituto de Montaña y con socios internacionales y regionales.

En esa línea, destaca el trabajo colaborativo con la UICN en esta solución, a través del fortalecimiento de capacidades, así como en el proceso de monitoreo para determinar la efectividad de la medida, al constatar una recuperación biofísica del ecosistema y sus impactos positivos a escala social. En este año se prevé avanzar con un diagnóstico sobre la situación socio-económica.

Florencia y Doris, son dos mujeres que mediante la ciencia han impulsado e implementado soluciones inspiradoras en el ámbito ambiental: “Necesitamos a las niñas y a las mujeres para responder a estos desafíos que tenemos como sociedad”, concluyó Florencia.

Photo: ©Doris Chávez / Instituto de Montaña