Artículo 27 Mayo, 2022

Bolivia despliega esfuerzos conjuntos para salvar el jaguar

El jaguar es sin duda una especie carismática y emblemática, mucho de esto es dado por su aspecto y condición estética que refleja fuerza, poder y belleza. Varias culturas precolombinas así lo han manifestado y algunos pueblos indígenas actuales lo siguen reverenciando. Sin embargo, su vida se encuentra altamente amenazada, situación que además pone en riesgo gran parte de la diversidad biológica del Planeta. Desde la UICN, en sinergia con aliados se coadyuvan esfuerzos para salvar al animal, con ello también resguardar la prolongación de nuestra propia especie.

Escrito por SAVIA - Asociación para la Conservación, Investigación de la Biodiversidad y el Desarrollo Sostenible.

El jaguar es sagrado para algunas culturas ancestrales manteniéndose presente en diversos mitos y leyendas. Más allá de estos atributos de imagen de significado cultural y espiritual, la Panthera onca -nombre científico- es parte fundamental en la vida de los bosques, regulando las sutiles y casi invisibles conexiones ecológicas que determinan su estabilidad y continuidad, convirtiéndose en un indicador de la buena salud de los ecosistemas donde habita. El jaguar puede recorrer distintos sitios naturales, aunque estudios de monitoreo indican que prefiere selvas bajas tropicales y bosques subtropicales, donde encuentra agua y abundante alimento como chancho, anta, urina, tortuga, entre otros.

En el Congreso Mundial de Conservación (World Conservation Congress, Conference: 2020 Marseille, Francia), en la Resolución 090 de la UICN (WCC-2020-Res-090-ES) se determina la “Prioridad continental de conservación del jaguar”, en este marco se indicó que las poblaciones de jaguar en los países que conforman sus áreas de distribución histórica, han mermado y que se ha extinguido en al menos dos de ellas. Según las últimas estimaciones su número total se encuentra entre 64.000 individuos (De la Torre et al. 2018) a 173.000 individuos (Jedrzejewski et al. 2018), por lo que se ha observado, que su distribución geográfica se ha reducido un 55% en los últimos 70 años a causa de la pérdida de hábitat y la degradación de los ecosistemas; siendo que el 38,4% del rango geográfico de la especie se encuentra en áreas protegidas.

Proyecto Operación Jaguar

PN ANMI Kaa Iya
©Daniel Alarcón
Dada la prioridad continental de proteger la especie, el Comité Holandés de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN_NL) ha gestado el Proyecto Operación Jaguar para ser desarrollado en Bolivia, Surinam y Guyana, del cual, en Bolivia, la Asociación SAVIA constituye la contraparte de dicha Operación. Por lo tanto, se realizan esfuerzos conjuntos en el marco del Proyecto, cuyo objetivo es la conservación de la especie considerando la conversión de las fuertes amenazas que enfrenta, especialmente el tráfico de sus partes. Actualmente el jaguar está en categoría Casi Amenazado (NT) en la Lista Roja Internacional de la UICN debido a múltiples amenazas que dificultan su protección: como que sus poblaciones han sido reducidas por el cambio climático, pero en especial por el modelo de desarrollo que impulsa grandes obras viales, la agroindustria, la ganadería de reemplazo y la colonización, las cuales devastan los bosques e inducen a los grandes incendios forestales. SAVIA realiza acciones para impulsar y promover varias de las recomendaciones de la Res-090, en especial el cambio de categoría a Vulnerable (VU), de la cual la institución elaboró la propuesta técnica que gestiona ante la Comisión de Especies Amenazadas de la UICN.

De igual manera, Operación Jaguar Bolivia es parte de una red de instituciones que trabajan en Bolivia en la conservación de esta especie “sombrilla o paraguas”, y tiene relación con organizaciones vinculadas a la UICN. Actualmente desarrolla acciones de coordinación con la Autoridad Nacional de Biodiversidad (DGBAP – Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas). En ese marco, el trabajo en áreas protegidas, por cuanto albergan las mayores poblaciones de jaguar en Bolivia, implica generar importantes capacidades en los cuerpos de guardaparques, potencializando sus destrezas y apoyando el incremento de la efectividad de gestión de conservación de la especie. Asimismo, se han ejecutado acciones de información y sensibilización en municipios y comunidades locales que se encuentran dentro o en el entorno de áreas protegidas como el Pantanal, Amazonía, Chaco y Chiquitanía, logrando una amplia respuesta por parte de los pobladores y autoridades.

Investigación participativa comunario_Comunidad Porvenir
©SAVIA

Resultados

Entre algunas de las acciones del Plan de actividades 2021 del Proyecto, se puede destacar el trabajo in situ en torno a poblaciones del Parque Nacional Noel Kempff Mercado (Patrimonio de la Humanidad-UNESCO 2000) y de la TCO CIBAPA (Tierra Comunitaria de Origen Central Indígena Bajo Paragua). Durante el segundo semestre se desarrollaron capacitaciones y jornadas de educación ambiental en el Municipio de la región Chiquitana San Ignacio de Velasco y sus comunidades:  Porvenir, Bella Vista y Piso Firme, logrando difundir información clave del jaguar y sobre el Marco Normativo e institucional que lo protege a nivel nacional e internacional.

En estas actividades se llegó a más de 500 personas entre niños, jóvenes y adultos, incluidas autoridades locales e instancias de control. Logrando que autoridades soliciten que se realicen más capacitaciones a profesores, con interés de fortalecer la enseñanza rural dirigida a la revalorización del animal y el conocimiento sobre su rol en la naturaleza, la economía, la salud, la producción y la sociedad en general. Además, en Porvenir, una de las comunidades, se realizó una investigación participativa con relación a la “Convivencia con el Jaguar”, donde se levantó un diagnóstico que analizó las raíces del problema, para orientar hacia un tratamiento eficaz del conflicto Jaguar-Ganadería, que estimule a una mejor convivencia con las especies y reducción del riesgo de aumento de caza del jaguar en la zona.


“Cuando protegemos al jaguar, protegemos también a todas las especies que cohabitan con él, incluido el ser humano”.


En conclusión, considerando la importancia de la especie para la estabilidad de los ecosistemas, en todos los países donde existe el jaguar se enciende una “luz de alerta” que varía del naranja al rojo intenso, ya sea por la destrucción masiva y acelerada de su hábitat, o ya sea por la caza de venganza por atacar al ganado, un ganado que reemplaza a sus bosques y le deja sin presas naturales. También se enciende la “luz roja” por la irrupción de grandes grupos delincuenciales de otros continentes que buscan lucrar con sus colmillos, sus garras y su piel. En Latinoamérica, incluida Bolivia, los apetitos económicos están en una desenfrenada carrera por arrasar y reemplazar los bosques por commodities, como minerales, soya, carne o energía, lo que afecta cada vez más la existencia del jaguar. Es cierto, en todos los países donde vive, está amenazado e incluso muy amenazado, pero a pesar de ello, el Gran Jaguar sigue luchando valientemente por sobrevivir.

¿Qué podemos hacer para ayudar al Jaguar? 

Denunciar sin temor casos de tráfico de sus partes o deforestación ilegal, difundir el mensaje de su importancia en el equilibrio de la naturaleza, apoyar a comunidades rurales en alternativas de desarrollo compatibles con la conservación, incentivar la investigación de la especie, ser ciudadanos conscientes con el uso de nuestros recursos, y lo más importante, inducir a las nuevas generaciones de niñas y niños en todas las regiones, para que lo admiren, respeten y algún día enseñen a sus hijos que el jaguar es parte fundamental de la riqueza y belleza del Planeta.

Proteger y conservar al jaguar significa proteger y conservar toda la biodiversidad, dando mayor oportunidad para que los seres humanos podamos gozar de servicios ecosistémicos fundamentales, como la provisión de agua y recursos. Por tanto, en el mes de la biodiversidad, resaltamos y celebramos la existencia del Jaguar.