Guatemala, 7 de octubre 2020. “Nuestra intención es que el manglar se mantenga”, a sus 55 años, Leonel Ávila García, pescador originario de la comunidad Las Mañanitas, ubicada en el litoral Pacífico de Guatemala, reconoce la importancia de la conservación de los manglares para la sostenibilidad de las pesquerías.

Actualmente, él lidera la Asociación de Pescadores Las Mañanitas (ASOPESMA), la única organización comunitaria del Área de Usos Múltiples Hawaii en recibir un aval de arrendamiento del Gobierno de Guatemala sobre 22,5 hectáreas de manglar para protección y conservación.

ASOPESMA está conformada por 32 socios y sus familias dedicadas, tradicionalmente, a la pesca de especies de importancia comercial como camarón, curvina, róbalo, pargo, cangrejo punche, jurel y bagre, en el mar Pacífico y en el canal de Chiquimulilla.

Tras 14 años de trabajo en el área, gestionando avales de consumo familiar sobre el manglar hasta por cinco años, Leonel afirma que han aprendido a reconocer los beneficios de los manglares para la comunidad, como son la pesca, y la obtención de leña y madera para sus viviendas.

ASOPESMA celebra la oportunidad que representa este aval para que el manglar se conserve, a través del manejo, la prevención de incendios forestales y los patrullajes de control y vigilancia, labores que les van a permitir generar empleo local y optar por incentivos forestales.

Esta asociación logró completar los trámites legales para participar por el aval de arrendamiento con el apoyo técnico y financiero facilitado, desde 2018, por la Asociación de Rescate y Conservación de Vida Silvestre (ARCAS), en el marco de la implementación del Proyecto Regional de Biodiversidad Costera.

Leonel agradece el apoyo recibido y califica de muy positivo que se esté acompañando a otras organizaciones comunales, como los Consejos Comunitarios de Desarrollo Urbano y Rural (COCODE), para que también puedan conseguir un aval para la conservación y protección del manglar.

La entrega de estos avales se realizó por medio del “Convenio de Legalización de Reservas Territoriales del Mangle para Incentivos Forestales”, establecido entre la Oficina de Control de Áreas de Reserva del Estado (OCRET) y el Instituto Nacional de Bosques (INAB), que permitió que el gobierno de Guatemala legalizara 78.27 hectáreas de manglar, en beneficio de 700 familias marino-costeras y organizaciones locales.

“Nosotros como pescadores sabemos que la pesca comienza en el manglar y queremos agradecerles por el apoyo que nos están dando, que ha sido una gestión fundamental para este logro”, Leonel Ávila García, pescador y socio fundador de la Asociación de Pescadores Las Mañanitas, Río Paz, Guatemala.

Biodiversidad Costera es una iniciativa liderada por la UICN, en consorcio con Goal y cuatro socios locales, que se ejecuta en tres sitios de alta biodiversidad de Centroamérica, gracias al apoyo de USAID.

Para más información contactar a Evelyn Vargas, Especialista en comunicación, evelyn.vargas@iucn.org