Medidas de Adaptación basada en Ecosistemas son efectivas para reducir la erosión: así lo confirma ejercicio realizado por la UICN en Guatemala
El ejercicio de modelación y simulación de servicios ecosistémicos abarcó 4,324 hectáreas restauradas en el altiplano guatemalteco, frecuentemente afectado por fenómenos climáticos extremos.
Ciudad de Guatemala, Guatemala, 07 de junio, 2024 (UICN). Las medidas de Adaptación basada en Ecosistemas (AbE) tienen el potencial de reducir la erosión en cuencas del altiplano de Guatemala, de acuerdo con un ejercicio realizado con base en proyecciones climáticas al año 2050.
Así lo concluyó la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), tras la realización de un ejercicio de modelación y simulación de servicios ecosistémicos, realizado por el proyecto Altiplano Resiliente, sobre 4,324 hectáreas restauradas por medio de diferentes acciones AbE, entre las que destacan los procesos de reforestación, promoción de sistemas agroforestales y prácticas de conservación de suelo y agua, entre otras. Con estas prácticas AbE se busca una gestión integral de las cuencas hidrográficas para mejorar la capacidad de adaptación de los hogares rurales al cambio climático.
La modelación y simulación de servicios ecosistémicos se realizó utilizando el software InVEST y considerando el escenario RCP4.5 proyectado para el año 2050 según las trayectorias de concentración de emisiones y concentraciones (RCP, por sus siglas en inglés).
Un hallazgo destacable es que la restauración efectuada por el proyecto podrá reducir la erosión potencial media de manera significativa a nivel de parcela o área restaurada. Además, la modelación permitió determinar las microcuencas donde la reducción de erosión potencial puede llegar a ser de hasta un 26%, en comparación con el anterior uso del suelo.
Estos resultados cobran relevancia para la producción agrícola del altiplano occidental de Guatemala, seriamente afectado por el cambio climático. Durante la estación seca, esta zona enfrenta una reducción en el acceso y disponibilidad del agua, mientras que, en la temporada de lluvias, sufre escorrentías que, en consecuencia, aumentan las tasas de erosión.