Story | 17 Jan, 2017

Conocimiento ancestral, dinámicas cambiantes e inclusión en los mercados

Como parte del proyecto de Integración de las Áreas Protegidas del Bioma Amazónico (IAPA), UICN socio implementador del proyecto, a cargo del componente de gobernanza en áreas protegidas, realizó una consultoría denominada “El papel de los territorios indígenas y comunidades locales para la conservación teniendo en cuenta su importancia ecológica, social y cultural”. Esta investigación se desarrolló en los dos paisajes priorizados por el proyecto, el Paisaje Norte y el Paisaje Sur, ubicados en zonas de frontera compartida en la amazonia. 

Artículo de: Martha Coronel Cisneros 

El Paisaje Norte está conformado por la Reserva de Producción Faunística Cuyabeno (Ecuador), el Parque Nacional Natural La Paya (Colombia), el Parque Nacional Güeppí-Sekime (Perú), la Reserva Comunal Huimeki (Perú) y la Reserva Airo-Pai (Perú). Por otro lado, el Paisaje Sur lo conforman el Parque Estadual Chandless (Brasil),  la Reserva Extractivista Cazumbá-Iracema (Brasil), el Parque Nacional Alto Purús (Perú), la Reserva Comunal Purús (Perú) y la Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi (Bolivia).

Ambos paisajes tienen exuberantes recursos naturales que hacen que en una caminata corta por la selva sea fácil encontrar un árbol que desprende olor a ajo, otro cuya leche es venenosa y deja ciego al que la tope; tropezar con monos saltando en fila por las ramas o reptiles que se mimetizan con las cortezas de los árboles; todo esto envuelto en un encanto particular y único.

En estos paisajes se puede contemplar, también, la riqueza cultural de los pueblos indígenas y las comunidades locales de campesinos cuya cosmovisión, modo de vida y prácticas tradicionales, están muy ligadas a la naturaleza y su entorno. Las personas que habitan en estos lugares viven de los recursos del bosque y de actividades tradicionales de autosustento como: la caza, la pesca, la recolección de frutos y el cultivo de chacras, un elemento importante por la simbiosis que se genera entre la flora, la fauna y el ser humano.

Los pobladores de estas áreas saben cuáles son las épocas propicias de cacería y pesca; cuáles son las mejores técnicas para hacerlo; qué hacer con la llegada de la lluvia y de la época seca; cuáles son los mejores lugares para cultivar; cuándo es la época de apareamiento de un animal; cómo usar las plantas y hierbas; cómo preservar la carne, etc. Estas comunidades, que conviven con la naturaleza, piden permiso al padre creador y toman lo que necesitan, esta armonía y adaptación ha permitido, por años, que los recursos no se agoten.

De igual manera las mujeres realizan sus roles tradicionales de género, que incluyen el cuidado de la familia, a través de la alimentación y salud, el cuidado de la chacra, entre otros. En estas áreas las mujeres se organizan en grupos productivos, los cuales, además de aportar al rescate cultural por las actividades tradicionales a las que se dedican, constituyen una forma de incidir en las decisiones de la comunidad. La toma de decisiones se hace en espacios formales como las directivas comunitarias y en espacios consuetudinarios, como el Consejo de Abuelos o con los  Shamanes.

El modo de vida de estas poblaciones locales se ha ido adaptando a sus nuevas necesidades y a factores externos. Con el establecimiento de las áreas protegidas, se diseñaron leyes de ordenamiento territorial, mecanismos de uso del territorio, pautas para control y vigilancia, así como una oferta de proyectos productivos sostenibles. Estas iniciativas constituyen un respaldo para sus habitantes, quienes ahora ven amparados sus derechos, su territorio y sus potenciales fuentes de ingresos, acorde a su modo de vida. 

Hoy en día quienes habitan estas áreas muestran confianza en un modelo de desarrollo sostenible y buscan incursionar en alternativas que generen ingresos económicos, la mayoría de las cuales se han dado por la intervención y asesoría de actores externos como el Estado, ONG, cooperación internacional o empresas privadas. En ambos paisajes se desarrollan actividades relacionadas al aprovechamiento y comercialización de productos amazónicos tradicionales, cadenas productivas, promoción turística, sistemas de agroforestería, comercialización de semillas, producción de artesanías, entre otros. 

De igual manera existen varias iniciativas locales relacionadas al monitoreo de la biodiversidad, que lleva el  registro y control de especies. Además se cuenta con normas de uso de los recursos, planes de manejo, formación de guardaparques locales y comités comunales para el control y la vigilancia; con respecto a esta última los administradores de área coinciden en que se requiere más infraestructura, equipos y capacitación técnica que vaya de la mano con una normativa regional común.

La zona de intervención de los paisajes del proyecto IAPA cuenta con una lista de actores extensa. A más de las poblaciones locales, como actores fundamentales para garantizar la conservación de los recursos del bosque a largo plazo, existen administraciones de áreas protegidas (el vínculo entre el Estado y las poblaciones locales), municipios, ONG, empresas privadas, concesiones forestales, fuerzas armadas, poblaciones en las zonas de influencia, y personas que realizan actividades ilegales con los recursos de estas zonas. La conservación de las áreas protegidas es posible gracias al trabajo mancomunado de diálogo, aportes y acuerdos entre todos estos actores, cuya interacción permite enriquecer los procesos y enfrentar amenazas comunes.

Con respecto a las actividades tradicionales que se desarrollan aquí, estas se han modificado con la adaptación de nuevas técnicas y tecnologías, haciéndolas más productivas. Estas modificaciones ha permitido que los involucrados tengan, además,  la posibilidad de acceder a capacitaciones, generar nuevas perspectivas de gestión, y la oportunidad de insertar su trabajo en el mercado internacional, en el cual cada vez hay más demanda de productos amazónicos.

Una propuesta regional de comercio de bienes y servicios amazónicos, bajo los lineamientos de biocomercio, tendría mucha fuerza a nivel mundial. No obstante es importante pensar más allá de la venta del producto o servicio como tal; esta propuesta debe considerar también el concepto que hay alrededor de dicha compra, en la que se resalte el valor agregado que tienen los productos amazónicos: lugar de origen, historia, beneficios, cadenas productivas, aporte a la conservación, etc.

Por otra parte, en ambos paisajes se evidencia una brecha generacional marcada por la salida de los jóvenes a la ciudad en busca de estudios, empleo y nuevas formas de comunicación y relacionamiento. Si bien los conocimientos y saberes ancestrales cotidianos son muchos, su transmisión es cada vez más limitada. Es por eso que es indispensable pensar en nuevas propuestas de educación que estén acordes al contexto local capaces de vincular la generación de fuentes de ingresos con la conservación de la sabiduría ancestral y el manejo sostenible. Estas propuestas pueden incluir el uso de nuevas tecnologías para el desarrollo de actividades tradicionales, que incentive la participación de los jóvenes y permita crear una dinámica social y productiva dentro de las comunidades.

En el largo camino que han recorrido las áreas que son parte de estos dos paisajes, se han encontrado dinámicas muy similares y también se han identificado muchos desafíos más por delante. El trabajo conjunto entre áreas, el intercambio de experiencias y la réplica de buenas prácticas, sin duda alguna fortalecerá el capital social local y por ende al paisaje en general, que debe ser visto como un todo, sin olvidar las características y necesidades propias de cada área protegida.

1 El proyecto de Integración de las Áreas Protegidas del Bioma Amazónico (IAPA), tiene como objetivo aumentar la resiliencia de los ecosistemas frente al cambio climático, manteniendo la provisión de bienes y servicios que benefician a las comunidades, economías locales y a la biodiversidad, a través del fortalecimiento y la integración regional de los sistemas nacionales de áreas protegidas de los países amazónicos. (Fuente: Redparques).