Marañón libre: la importancia de proteger la conexión entre los Andes y la Amazonía
Hace más de 10 años, los planes de construir las mega-represas Chadín 2 y Veracruz en el río Marañón generaron un grave conflicto socioambiental en Perú. Hoy, aunque los proyectos hayan perdido toda viabilidad, aún no existe una respuesta clara del Estado Peruano sobre el futuro del río y frente a la incertidumbre en la que quedaron las comunidades que dependen del Marañón.
En el corazón de las montañas de los Andes nace el río Marañón y desde ahí recorre 1.800 kilómetros por seis regiones del Perú, como una arteria que fluye hasta la selva amazónica para formar al majestuoso río Amazonas. En su recorrido juega un rol clave para mantener la biodiversidad y el bienestar de las comunidades ribereñas: transporta sedimentos, materia orgánica y nutrientes que alimentan a la cuenca amazónica. Además, en sus aguas nadan miles de especies, entre las que destaca el dorado (Brachyplatystoma rousseauxii), que hace la ruta de migración de peces de agua dulce más larga del mundo.
Con una red fluvial de 61.619 km, que incluye al río principal y a sus tributarios, el Marañón es la principal fuente hidrológica del gran río Amazonas. Sin embargo, pese a su importancia, no está libre de amenazas.
Hace una década se planificaron los proyectos de centrales hidroeléctricas con mega-represas Chadín 2, de Odebrecht, y Veracruz , de Enel en el río Marañón. Hoy, se encuentran paralizados y han dejado de ser comercialmente viables. Las poblaciones locales continúan en oposición a su construcción y especialistas alertan que hacerlo sería una catástrofe ecológica y social.
En setiembre del 2021, en el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, se aprobó la resolución: “Protección de los ríos de la Amazonía Andina del Perú –el Marañón, el Ucayali, el Huallaga y el Amazonas– frente a los grandes proyectos de infraestructura”, impulsada por organizaciones dentro de las que se encuentra la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) para pedirle al Estado Peruano que tome acción.
Para enero de 2022 y julio 2023, Veracruz y Chadín 2, respectivamente, deberían estar generando electricidad. En el caso de Veracruz, se ha solicitado resolución del contrato aduciendo haber encontrado pinturas rupestres como causal de fuerza mayor y a la vez se ha propuesto como nueva fecha de puesta en servicio el 30 de diciembre de 2024. En el caso de Chadín 2, se ha solicitado como nueva fecha el 12 de septiembre de 2025. Sin embargo, les será imposible cumplir con esa obligación: los proyectos no cuentan con certificación ambiental vigente y su construcción ni siquiera ha empezado.
Ante las diversas consultas y pedidos de información al Estado Peruano sobre el futuro de estos proyectos y de todas las comunidades que dependen del Marañón la respuesta ha sido el silencio. A más de 10 años de iniciada la planificación de ambas mega-represas y el conflicto generado, no hay una respuesta clara.
Un peligro para toda la cuenca amazónica
De los Andes proviene un 90% de los sedimentos y nutrientes para la cuenca amazónica, que alimentan a la llanura aluvial y los bosques inundados y otros humedales en un área de más de 10 millones de hectáreas (Latrubesse et al. 2017).
El Marañón controla procesos importantes como la formación de playas y llanuras, e incluso miles de hectáreas usadas para fines agrícolas. Dentro de este paisaje se encuentra uno de los tesoros naturales más importantes del Perú: la Reserva Nacional Pacaya Samiria, que supera los dos millones de hectáreas, una gran planicie de selva baja aluvial e inundable, con sus diversas islas, caños y cochas. Aquí se albergan más de 1.025 especies de vertebrados, como el manatí, el delfín rosado, el delfín gris y el jaguar, además de 449 especies de aves.
Estos paisajes no son solamente una joya de la biodiversidad: los diversos ecosistemas de la gran llanura aluvial de la Amazonía generan hasta dos tercios del ingreso para familias rurales de la cuenca, quienes dependen de los peces, productos no maderables como el acai y aguaje, y maderas como de la capirona y cedro. Las megarrepresas se convertirían en obstáculos para el curso de los sedimentos e interrumpirían los pulsos naturales de inundación, lo que arriesgaría la riqueza natural de la cual dependen miles de familias.
Chadín 2 y Veracruz: proyectos sin viabilidad
Desde el 2011, año en que se planificaron los proyectos, y hoy, la situación ha cambiado radicalmente. Las centrales hidroeléctricas con represas han dejado de ser una opción viable, no solo por los irreparables impactos sociales y ambientales que causarían, sino porque en el Perú hay alternativas de generación eléctrica más sostenibles y de menor costo. Incluso la empresa titular del proyecto Veracruz, está dejando de lado las grandes represas y migrando hacia la generación de electricidad basada en fuentes de energía renovable no convencional.
En 2020, un equipo de la SPDA realizó un análisis sobre la situación jurídica ambiental de Chadín 2 y Veracruz. La publicación, que está disponible online, concluye que la construcción de estos proyectos causaría la inundación de los hogares de más de mil personas, afectarían a comunidades nativas, ecosistemas únicos y especies de flora y fauna que solo se encuentran en esta parte del país, precisamente en los Bosques Estacionalmente Secos del Marañón, entre las regiones de Cajamarca y Amazonas. Se trata de bosques con altas tasas de endemismos y que solo tienen un 2% de su extensión protegido mediante el sistema nacional de áreas naturales protegidas.
Ninguno de los proyectos ha avanzado con los permisos requeridos por instituciones gubernamentales peruanas como el Ministerio de Cultura, ni por la Autoridad Nacional del Agua (ANA). Además, se ha verificado que la certificación ambiental de estos proyectos ya ha vencido. También se halló que ambas centrales hidroeléctricas no se encuentran habilitadas legalmente para ejecutar obras de construcción y el consecuente inicio de actividades en los plazos programados. Si lo hacen, podrían ser sancionadas por iniciar obras sin contar con los permisos respectivos que otorga el Estado.
A pesar de todos estos factores, la población que se vería directamente afectada por estos proyectos no ha recibido una comunicación formal al respecto y tampoco existe un mecanismo claro por el cual el Estado comunique a la población interesada y a posibles inversionistas sobre la vigencia de las certificaciones ambientales.
Por estas razones, la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental sugiere que el Estado Peruano revise a la brevedad la situación legal de ambos contratos de concesión. Además de revisar el portafolio de proyectos energéticos y las políticas relacionadas al desarrollo del río Marañón desde una perspectiva integral que también involucre a las Carteras de Ambiente y de Cultura.
Sin embargo, nada impide que se den nuevas concesiones para otros proyectos de centrales hidroeléctricas en el Marañón. Por eso, es necesario que se mejoren los estándares ambientales y sociales para futuros proyectos que se pretendan implementar en ríos amazónicos y eleve el nivel de protección para la biodiversidad y el patrimonio cultural del cañón del Marañón.
A lo largo de un trabajo de más de siete años en los que hemos forjado una relación con el Marañón y con cientos de personas que dedican sus vidas a su protección y defensa, Conservamos por Naturaleza (iniciativa de la SPDA) elaboró una campaña en defensa del río Marañón frente a la construcción de mega-represas.
Una campaña para que el Marañón fluya libre
A lo largo de un trabajo de más de siete años en los que hemos forjado una relación con el Marañón y con cientos de personas que dedican sus vidas a su protección y defensa, Conservamos por Naturaleza (iniciativa de la SPDA) elaboró una campaña en defensa del río Marañón frente a la construcción de mega-represas.
Como parte de la campaña se desarrollaron una serie de investigaciones y materiales para distintos públicos, dentro de los que se encuentran análisis legales, folletos e infografías que presentan todo el panorama. Para sistematizar toda esta información se preparó un especial web: Ríos Libres, donde se ha colocado a detalle el desarrollo de esta campaña y se presentan recursos informativos para las personas interesadas en compartir la problemática en sus distintos espacios.
Además, se buscó posicionar el tema a través de artículos de opinión y seguimiento a través de publicaciones en el portal de noticias de la SPDA: Actualidad Ambiental. Producto de ese posicionamiento, medios nacionales, regionales e internacionales también dieron rebote a la información generada y publicaron distintos artículos en sus respectivas plataformas.
En 2021 se estrenó El Rugir del Marañón, documental que es producto del trabajo de más de cinco años de investigación de parte del equipo de Conservamos por Naturaleza y SPDA, y de personas, que, de manera voluntaria, se fueron sumando en el camino a través de los años. Este recoge las distintas voces e historias de lucha en defensa del Marañón, además de presentar una reconstrucción de todo el conflicto socioambiental.
Desde ese año, el documental ha recorrido distintos festivales ambientales alrededor del mundo. Además, se buscó que cada persona que tenga interés pueda organizar su propia proyección en sus espacios: colegios, universidades, hogares, parques, etc. Para lo cual se brindó un paquete de información necesario. Esto ha permitido llegar a países de todo América Latina, Norteamérica y Europa.
Dentro de los compromisos asumidos con las comunidades que aparecen en el documental, quienes son los defensores en primera línea del río, se realizó un viaje de una semana a través del río Marañón haciendo una parada en los pueblos de Mendán, Tupén Grande, Puerto Malleta y otros para realizar proyecciones al aire libre. Asimismo, en el 2023 se hizo un viaje con artistas y comunicadores para que la población local tenga diversas fuentes para expresar sus opiniones.
Mientras se fueron abriendo las restricciones debido a la emergencia sanitaria y se permitían actividades al aire libre, se organizaron proyecciones al aire libre en uno de los parques más grandes de la ciudad de Lima que permitieron que por primera vez el documental pueda ser proyectado presencialmente al público.
Tras un largo recorrido por festivales y proyecciones focalizadas, se decidió abrir el acceso al público general a través de la liberación del documental que se encuentra en plataformas como YouTube y Vimeo en español, inglés y awajún.
Este recorrido del documental ha permitido que las historias de lucha y defensa del Marañón puedan llegar a hogares, estudiantes, universidades, colegios y grupos de personas que tienen como común denominador el interés y pasión por la protección de los ecosistemas y de toda la vida a su alrededor.
Mientras tanto, las conversaciones con representantes de los distintos poderes del Estado Peruano siguen en el tintero. Las conversaciones pactadas para tratar esta problemática se siguen postergando, mientras la ciudadanía espera una respuesta clara. ¿Aprovechará el Estado la oportunidad para diseñar un futuro del cañón del Marañón que no implique represarlo?, ¿se desplazará a miles de personas?, ¿pondrá en riesgo el balance de toda la cuenca amazónica?
El tiempo sigue corriendo y la sociedad civil sigue pidiendo con urgencia que se atienda esta problemática.
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