Artículo | 01 Jun, 2023

Afrontando el fenómeno de El Niño con medidas de adaptación basada en ecosistemas y sistemas de alerta temprana en el altiplano occidental de Guatemala

El Proyecto Altiplano Resiliente, a través de su Sistema de Alerta Temprana, da seguimiento al fenómeno de El Niño alertando a productores del Altiplano guatemalteco y capacitándoles para la implementación de medidas de adaptación basada en ecosistemas (AbE) y prácticas agrícolas de acuerdo con el conocimiento ancestral.

Según estimaciones de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés), durante el actual trimestre (mayo – julio 2023), existe un 81% de probabilidad de que se presente el fenómeno de El Niño, mientras que para el trimestre junio a agosto, esta probabilidad sube hasta un 89%[1]. El fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) consiste en una anomalía de la temperatura superficial del mar (TSM) del Océano Pacífico Ecuatorial por encima o por debajo de 0.5 °C con respecto a su valor promedio durante un período de al menos cinco trimestres. Cuando esta anomalía está sobre este valor, se presenta lo que se denomina la fase cálida del fenómeno del ENOS, más conocido como el fenómeno de El Niño.

En Centroamérica, el fenómeno de El Niño está asociado con una entrada tardía de la época lluviosa, una salida más temprana de ésta y una canícula de mayor duración. De acuerdo con la metodología de años análogos utilizada por el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala (INSIVUMEH), se estima que las condiciones climáticas que se presentarán en 2023  podrían generar impactos similares a los del 2009, cuando debido a la reducción de la lluvia por el fenómeno de El Niño, hubo daños cercanos al 50% en cultivos agrícolas, causando una disminución de alrededor del 8% de la cosecha de maíz y frijol en Centroamérica con respecto al año anterior[2].

Para el Altiplano guatemalteco, podría esperarse que El Niño traiga durante 2023 una canícula más prolongada junto a una reducción de las lluvias, así como el aumento de la temperatura y en general una mayor demanda de agua para los cultivos. Por ejemplo, para el trimestre julio- septiembre, el cultivo de maíz requiere el equivalente de al menos 400 mm de lluvia, lo cual podría no suplirse dada la alta probabilidad de ocurrencia de El Niño durante 2023.

Para enfrentar los posibles efectos de este fenómeno, el proyecto Altiplano Resiliente promueve medidas de adaptación que aseguren una mayor protección del suelo contra la radiación solar y que mantengan los mayores niveles de humedad posible en éste. Estas y otras recomendaciones se proporcionan en el Boletín agroclimático emitido en mayo 2023, el cual se basa en los pronósticos del tiempo y las proyecciones estacionales y subestacionales del clima.

Los boletines agroclimáticos son una herramienta que brinda información climática básica y genera alertas en función de las condiciones del tiempo, lo que permite a productores, profesionales y técnicos extensionistas planificar las prácticas agrícolas y forestales que deben implementarse según la época del año. Los boletines agroclimáticos forman parte del componente de comunicación y divulgación de todo sistema de alerta temprana, y en el caso del Proyecto Altiplano Resiliente, se distribuyen periódicamente a las mesas técnicas agroclimáticas y otros equipos técnicos en territorio.

Desde el año 2021, el Proyecto Altiplano Resiliente ha capacitado a más de 9,500 productores y productoras en medidas de adaptación al cambio climático, de los cuales, 4,300 beneficiarios han recibido además entrenamiento en interpretación de información climática. Adicionalmente, se han capacitado a 1,500 personas de los equipos técnicos de instituciones gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil en sistemas de alerta y respuesta climática.

“Con la ayuda de las capacitaciones que me han dado la UICN en el consejo de microcuencas, he aprendido muchas cosas para mejorar la tierra, a realizar prácticas para mantener la humedad en el suelo, como las acequias y usar el molch con rastrojo, en base a indicaciones del clima, además de implementar otras prácticas de manejo de agua y suelo”. Sra. Cristina Chávez, comunidad Casa Blanca de Santa María Chiquimula, microcuenca del río Tzunumá.

La Sra. Cristina Chávez está implementando una parcela demostrativa de manejo de agua - suelo – bosque y ha recibido capacitación sobre el sistema de alerta temprana en clima. El proyecto le acompañó con el diseño a nivel de parcela, el cual incluyó un reservorio para la captación de agua de lluvia de 495 metros que servirá para producir maíz, frutales y hortalizas en la época seca del año. Además, doña Cristina está estableciendo un sistema agroforestal con especies frutales e implementado prácticas de conservación de suelo y agua, como surcos en contorno, zanjas de infiltración y manejo de rastrojos para mejorar la retención de agua en su parcela en época seca. Con la información climática proporcionada por el sistema de alerta temprana, Doña Cristina puede planificar el momento oportuno para la realización de podas de frutales, el manejo de los rastrojos y la realización de prácticas agronómicas como la fertilización, la cosecha de sus cultivos y el almacenamiento de maíz, por lo que está mejor preparada para enfrentar las posibles sequias de esta temporada. Doña Cristina, que representa a un hogar monoparental, es un ejemplo a seguir en su comunidad.

“Yo soy la vicepresidenta de la cuenca del Tzunamá lo que quiero y deseo es que se sigan restaurando las parcelas con reforestaciones y sistemas agroforestales porque el bosque da el agua, sigamos reforestando las montañas y más sistemas agroforestales porque solo así tendremos los nacimientos, así como en mi terreno donde pueden ver, el agua no se secará en verano. Los motivo a que sigan reforestando”. Sra. Cristina Chávez

Para asegurar una mayor adaptación ante la variabilidad climática, se deben promover medidas que reduzcan la vulnerabilidad social y territorial, al mismo tiempo que se provee información climática oportuna. El Proyecto Altiplano Resiliente está institucionalizado estos procesos, trabajando conjuntamente con instituciones gubernamentales, sociedad civil organizada y productores rurales.


[1] International Research Institute for Climate and Society: https://iri.columbia.edu/our-expertise/climate/forecasts/enso/current/

[2] Calvo-Solano, Quesada-Hernández, Hidalgo y Gotlieb, 2018