Artículo 20 Nov, 2023

Mujeres Miskitu incursionan en el sector pesquero para llevar prosperidad a comunidades remotas de La Moskitia hondureña

Conformada en un 49% por mujeres indígenas, la Asociación de Pescadores de Medusa y Escama de Caratasca (APMEC) se destaca por su compromiso con las buenas prácticas de pesca, la transparencia de su gestión y su impacto positivo en las comunidades locales. Este emprendimiento de biocomercio es apoyado por el Programa de Biodiversidad Costera, liderado por la UICN y financiado por USAID.

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Photo: @Evelyn Vargas/UICN

Kenia Bismarck Guerrero, socia fundadora de APMEC 

En la lejana comunidad indígena de Yahurabila, ubicada en La Moskitia hondureña, Kenia Bismark Guerrero, junto a 17 mujeres más y 14 hombres, empezaron a construir el sueño de pasar de ser pescadores de subsistencia a hacer de la pesca una fuente de prosperidad y desarrollo comunal.

El 18 de septiembre de 2018, en una asamblea que convocó a las comunidades de Yahurabila, Pusuya y Krata, se creó la Asociación de Pescadores de Medusa y Escama de Caratasca (APMEC), con un aporte de unos 20 dólares por cada una de las 32 personas fundadoras.

Actualmente, APMEC compra producto local y comercializa pescado fresco y seco salado, hielo y “charamuscas” (un tipo de helado o sorbete), generando ocho empleos e ingresos mensuales de casi mil dólares en ventas brutas de pescado fresco y otros productos.

APMEC ha logrado capitalizar el apoyo brindado por el Programa de Pequeñas Donaciones del Proyecto Regional de Biodiversidad Costera, de USAID, y del proyecto MiPesca, de Goal, utilizando el capital semilla recibido, de 93,872.66 dólares, como fondo revolvente.

De manera independiente lograron legalizarse bajo la figura de asociación de pescadores, en 2019. Con sus propias aportaciones adquirieron un terreno donde levantaron un centro de acopio y han equipado su centro de reuniones, bajo una visión empresarial en el que vislumbran cientos de proyectos de desarrollo.

Aplicando buenas prácticas empresariales y ambientales, APMEC amplió sus operaciones, pasando de movilizar 200 libras en 2019 a 900 libras en la actualidad, abrieron su membresía a buzos con discapacidad y personas de la tercera edad, manejan una Caja de Ahorro y Crédito que se ha convertido en una oportunidad local de acceso a créditos blandos, para impulsar actividades productivas, en una región donde no hay agentes ni posibilidad de créditos bancarios.

Se integraron a la Red de Pescadores de la Costa Norte de Honduras (REDPESCAH), para comercializar sus productos fuera de La Moskitia, y se capacitaron para dominar las “Directrices voluntarias para lograr la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala”, promovidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con la facilitación de USAID.

A sus 27 años, frente a la escasez de empleos locales, Kenia Bismarck incursionó en la pesca artesanal para sacar adelante a sus tres hijos. Tres años después, se convirtió en socia fundadora de APMEC.

Hoy, a sus 35 años, Kenia está por terminar su licenciatura en Educación Preescolar en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNHM), forma parte del equipo de Promotores de Biocomercio de Biodiversidad Costera, se ha capacitado en diversos temas empresariales y de género, y ocupa el cargo de secretaria en APMEC, desde su creación.

Biodiversidad Costera es una iniciativa liderada por la UICN, en consorcio con Goal y cuatro socios locales, que se ejecuta en tres sitios de alta biodiversidad de Centroamérica.