Según informe de la UICN, decir “no” al aceite de palma podría desplazar, en vez de detener, la pérdida de biodiversidad.
París, 26 de junio de 2018 (UICN) – Un informe de la UICN publicado hoy advierte que prohibir el aceite de palma posiblemente aumentaría la producción de otros cultivos aceiteros para cubrir la demanda, lo que desplazaría, en vez de detener, las considerables pérdidas de biodiversidad que genera el aceite de palma en el mundo.
El informe de la UICN, Aceite de palma y biodiversidad, presenta un análisis objetivo de los impactos del aceite de palma sobre la biodiversidad mundial, así como las posibles soluciones. Si se toma en cuenta que otros cultivos aceiteros necesitan hasta nueve veces más tierra que el aceite de palma, remplazarlo por otros cultivos aumentaría notablemente el total de tierras empleadas para producir suficiente aceite vegetal para satisfacer la demanda mundial. El informe muestra que evitar seguir deforestando para producir aceite de palma aportaría más beneficios para la biodiversidad.
“Cuando uno considera a escala mundial los impactos desastrosos que tiene el aceite de palma sobre la biodiversidad, no encuentra soluciones fáciles. La mitad de la población mundial utiliza aceite de palma en su comida, y si lo prohibimos o boicoteamos, lo más posible es que sea remplazado por otros aceites vegetales que requieren más tierra. El aceite de palma está aquí para quedarse, así que necesitamos urgentemente acciones coordinadas para hacer más sostenible su producción, garantizado que todas las partes involucradas – gobiernos, productores, y el resto de la cadena de suministro – honren sus compromisos de sostenibilidad,” dijo la Directora General de la UICN, Inger Andersen.
El informe muestra que el aceite de palma está afectando la biodiversidad mundial, incluyendo 193 especies consideradas como amenazadas según la Lista Roja de la UICN, y entre las especies que más daño han sufrido están los orangutanes, gibones y tigres. Los impactos del aceite de palma sobre la biodiversidad se concentran actualmente en Malasia e Indonesia, pero podrían extenderse por los trópicos de África y América conforme la producción aumente para suplir la demanda, según indica el informe. El hecho de que el aceite de palma se cultive en los trópicos, tan ricos en especies, podría tener efectos catastróficos sobre la biodiversidad mundial. El informe encontró que las áreas hacia las que podría extenderse la producción de palma aceitera albergan más de la mitad (54%) de todos los mamíferos amenazados del mundo y casi dos tercios (64%) de las aves amenazadas. Remplazar el aceite de palma por otros cultivos aceiteros podría desplazar el daño hacia ecosistemas como los bosques tropicales y sabanas de América del Sur.
La palma aceitera produce el 35% de todo el aceite vegetal del mundo en menos de un 10% de todas las tierras dedicadas al cultivo de plantas aceiteras, y la mayor parte del aceite de palma se consume en India, China e Indonesia. Las tres cuartas partes del aceite de palma se utilizan como alimento, aceite de cocina, y en alimentos procesados, mientras que el resto se emplea en cosméticos, productos de limpieza y biocombustibles. Los autores del informe utilizaron datos satelitales para calcular el área total de tierras destinadas únicamente al aceite de palma industrial, que alcanza 18.7 millones de hectáreas, y cuando se incluyen las plantaciones de pequeños propietarios, el área alcanza los 25 millones de hectáreas. Esto es más que los 21 millones de hectáreas que reportan los países productores para todo su aceite de palma.
“El aceite de palma está diezmando la gran diversidad de especies del sureste asiático, conforme se va tragando grandes extensiones de bosques tropicales. Pero si lo remplazamos por cultivos de colza, soja o girasol, podrían sufrir otros ecosistemas naturales y otras especies. Para poner fin a la destrucción, debemos esforzarnos por producir aceite de palma libre de deforestación, y asegurarnos que todos los esfuerzos para limitar el uso de aceite de palma cuenten con información científica sólida y confiable para entender las consecuencias,” dijo el autor principal del informe y Presidente del Grupo de trabajo de la UICN sobre aceite de palma, Erik Meijaard.
Las soluciones deben enfocarse hacia la planificación de nuevas plantaciones de palma aceitera que no requieran talar bosques tropicales o áreas de turberas, así como una mejor gestión de los parches de bosques intactos entre plantaciones, conocidos como tierras reservadas. Hasta ahora, el aceite de palma certificado ha demostrado ser apenas marginalmente mejor para evitar la deforestación que su equivalente no certificado, pero este enfoque es relativamente nuevo y podría potencialmente mejorar la sostenibilidad. Se necesitan más esfuerzos para garantizar que se cumplan los compromisos de sostenibilidad y que se reporten en forma transparente, así como para asegurar que sigue habiendo demanda para aceite de palma certificado. Los autores recomiendan que las políticas gubernamentales protejan los bosques en los países que producen aceite de palma, así como otros tipos de aceite, y que limiten la demanda de aceite de palma para usos no comestibles, como los biocombustibles. Se podría aumentar notablemente la demanda de aceite de palma certificado mejorando la consciencia de los consumidores de los países que más lo consumen: India, China e Indonesia.
El informe, preparado por el Grupo de trabajo de la UICN sobre aceite de palma (OPTF por sus siglas en inglés) respondiendo a una resolución de 2016 adoptada por los Miembros gubernamentales y no gubernamentales de la UICN, busca proponer un rumbo constructivo para mejorar la sostenibilidad de la industria de aceite de palma. Este informe considera únicamente los impactos del aceite de palma sobre la biodiversidad, y no toma en cuenta los impactos sociales y económicos, que el grupo de trabajo planea estudiar en 2019.
Puede consultar el informe aquí.
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