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Artículo | 22 Feb, 2017

¡A un maestro y gran amigo!

En la historia de la conservación del patrimonio natural de Colombia, pocas personas se pueden incluir en la lista de quienes dedicaron toda su vida a esta tarea, dejando una huella inspiradora.

Por: Sandra Yolima Sguerra Castañeda1 

Heliodoro Sánchez-Páez, Ingeniero Forestal oriundo de Bucaramanga (Colombia), falleció  el 12 de febrero de 2017 luego de casi 50 años de vida profesional, dejando a su paso muchas enseñanzas a quienes tuvimos el privilegio de conocerlo como profesor, amigo, colega y hombre de familia. En homenaje a Helio, como siempre le decíamos, quiero dedicar estas breves líneas para compartir un poco de su vida y de su legado.

Ante todo, un ser humano noble

Con su clásica frase: “¿bueno… y que hay que hacer?”  Heliodoro rompía el hielo abriendo paso a buenas conversaciones. Más allá de sus logros, su calidad humana será lo que más vamos a extrañar: un ser humano sencillo, respetuoso y amable con las personas; y como buen santandereano siempre decía lo que pensaba. Su impronta de ética, honorabilidad y compromiso en los proyectos asumidos, fue y sigue siendo inspiración. Hasta el último de sus días dispuesto a aprender y a enseñar con total generosidad, dedicado a su familia, amoroso con su esposa Gladys y sus hijos Paola y Heliodoro.

Guerrero de la conservación, especialmente de las áreas protegidas

Al poco tiempo de obtener su grado como Ingeniero Forestal (1968), Heliodoro se vinculó al recién creado Instituto Nacional de Recursos Naturales Renovables – Inderena, entidad que luego dio origen al Ministerio del Medio Ambiente de Colombia. El Inderena fue su principal laboratorio de conocimiento y plataforma de gestión en pro de la conservación. Allí inició como asesor en el Parque Nacional Natural Isla de Salamanca, y llegó a ser el Jefe de la División de Parques Nacionales, transitando por diversos roles que le permitieron contribuir de forma decidida en la declaración de varias Áreas Naturales Protegidas. A su salida del Inderena, junto con Víctor Vásquez y Jorge “el mono” Hernández crearon la Fundación Biocolombia, con la cual generaron los primeros estudios para la conformación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, identificando a su vez los sitios prioritarios de conservación del país.

Pionero de la restauración de los manglares

Entre 1997 y 2004, Heliodoro dirigió el Proyecto “Conservación y Manejo para el Uso Múltiple y el Desarrollo de los Manglares en Colombia”, a través del cual se adelantó la caracterización y zonificación de este ecosistema a nivel nacional y -lo más importante- se implementaron acciones efectivas e innovadoras para su recuperación, con activa participación de las comunidades locales. Por esta gestión, en 2007 Heliodoro fue el primer profesional galardonado con el Premio Kenton Miller a la Innovación para la Sostenibilidad de las Áreas Protegidas, otorgado en Bariloche por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza – UICN, organización en la que participó como miembro de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas – CMAP y como uno de los creadores del Comité Colombiano de la UICN.

Formador de profesionales para el manejo de las áreas protegidas

Como profesor en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, por casi tres décadas enseñó a los estudiantes de Ingeniería Forestal las bases de la conservación de la biodiversidad. Tomar clases con Heliodoro era un privilegio, pues su enseñanza práctica se orientaba a comprender en terreno, los conflictos de las áreas protegidas y las múltiples maneras de abordarlos. Adicionalmente Heliodoro fue editor de la Revista Colombia Forestal y orientador de numerosos proyectos e investigaciones. Con su ejemplo, transmitió su espíritu fuerte y mística para que, a pesar de las dificultades, sigamos trabajando para tener áreas protegidas, realmente protegidas y bien conservadas, desafío hoy más que nunca vigente en la Colombia del post-conflicto.

¡Querido Helio, muchas gracias desde el corazón por tantos años compartidos! ¡Seguiremos trabajando por la Conservación!

“Tuve el privilegio de conocer a Heliodoro en 1988 durante un taller organizado por la FAO en México sobre la gestión de ecosistemas de montaña. Sus intervenciones fueron muy lúcidas, pero sobre todo muy prácticas.  Durante una visita de campo a una zona objeto de un plan de restauración Heliodoro, tras escuchar pacientemente las explicaciones, no se pudo contener y dijo a todos “Pero, ¿qué hacemos aquí? ¡vamos a hacer algo útil!” e inmediatamente se puso a trabajar en una barrera anti-erosiva y todos le seguimos. Así lo recordaré siempre; un hombre de acción, comprometido y sin pelos en la lengua para defender la causa de la conservación; pero siempre mostrando una gran humildad, respeto para todos y un gran sentido del humor. Fue un gran promotor de la UICN y de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas. No te olvidaremos Heliodoro, aprendimos mucho de ti.  Descansa en paz”
 
Pedro Rosabal; Director Adjunto, Programa Mundial de Áreas Protegidas de la UICN

1Ingeniera forestal (Colombia), Especialista en Administración y Manejo de Áreas Protegidas, Máster en Conservación de la Biodiversidad en los Trópicos. Miembro de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la UICN.