El pasado 5 de octubre, la UICN, la red medioambiental más grande y diversa del mundo, cumplió más de siete décadas de existencia en el mundo y más de tres en la región sudamericana, con el objetivo de reunir a gobiernos y sociedad civil para conservar la naturaleza.
“Estamos celebrando el Big Bang de la conservación. La primera acción concreta vinculada a la construcción de una agenda global de conservación”, así inauguró el Director Regional de la UICN para América del Sur, Gabriel Quijandría, el evento por los 75 años de creación la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en la región sudamericana.
Con un panel que presentaba una interrogante clara y desafiante: “¿qué nos depara el futuro?”, destacadas personalidades como Yolanda Kakabadse, Manuel Pulgar Vidal, Miguel Pellerano y José Antonio Dávalos, Ministro de Ambiente, Agua y Transición Ecológica de Ecuador, dialogaron sobre la trayectoria de la Unión, sus hitos, sus aprendizajes y el futuro que queremos para la preservación de los ecosistemas.
Por su parte, la expresidenta de la UICN (1996 – 2004), Yolanda Kakabadse, invitó a más de 70 oyentes, en formato híbrido, a “mirar atrás” en el contexto histórico en el que se creó la UICN cuando el mundo había superado por segunda vez una Guerra mundial y todavía se estaba reconstruyendo.
“La UICN ha tenido la virtud de definir posiciones, definir rutas, identificar oportunidades para el crecimiento del sector Ambiental. Una entidad que no se ha vuelto a repetir y que, junto a la Cruz Roja, tiene estatus de observador de las Naciones Unidas”, destacó Yolanda.
Asimismo, Miguel Pellerano, ex vicepresidente de la UICN entre 2012 y 2016, hizo énfasis en la complejidad de la estructura de la UICN, reconociendo que, si no se hubiera creado en su momento, no habría sido posible hacerlo hoy. En su intervención también instó a que la Unión se adapte a los cambios globales y desde ahí continue con su labor de guiar en un solo programa de conservación.
“Debemos entender el valor de las posibilidades que brinda una plataforma única de discusión, intercambio de información, definiciones y acción. El fenómeno del cambio climático atraviesa todas las preocupaciones tradicionales de la UICN y el tema de la evolución de ciertas organizaciones del sector privado que empiezan a responsabilizarse por el ambiente y la sociedad. La UICN debe tomar en cuenta estos cambios para adaptarse a los tiempos y guiar en el camino al desarrollo sostenible”, manifestó Miguel.
“Pero ¿cómo lograr eso? ¿Cómo aterrizar los compromisos de la agenda 2030?” – preguntó Gabriel – a lo que el presidente de la Comisión de Crisis Climática de la UICN, Manuel Pulgar Vidal, contestó:
“Estamos en un momento de pesimismo, crisis, desánimo y polarización y nos preguntamos cómo afrontarlos. Una buena manera de enfrentar estos dilemas es pensar en UICN. Tomemos como modelo a UICN que fue capaz de plantear una visión, promover el activismo de personas, promover el diálogo.”
Para Manuel, los problemas globales solo pueden ser abordados si es con toda la sociedad considerando el ámbito económico, social y político: “Vemos el rol que cumplen todos los actores en hacer posible el cumplimiento de los 17 ODS”, dijo.
En esa línea, el Ministro Dávalos coincidió con Manuel en que el proceso multilateral debe involucrar a actores decisivos: “Todo se resume en tener esa oportunidad de diálogo con todos los niveles. Nuestro trabajo es hacer políticas públicas nacionales y que éstas puedan transformarse en políticas regionales”.
Entre las principales conclusiones e inquietudes de los panelistas y el público, se manifestó que:
- La cooperación a todo nivel es primordial para atender, planificar e implementar acciones que nos ayuden a adaptarnos a los nuevos desafíos del planeta.
- La adaptación es un elemento central si queremos llegar a la resiliencia.
- Se debe entender la conservación como un elemento fundamental para el bienestar. La conservación es para las personas.
- La agenda debe primar el concepto de seguridad. Seguridad en salud, alimentaria, energética y agua.
- Retomar premisas fundamentales de tomar buenas decisiones, a través de integración, inclusión y acceso a buena información.
- Los conceptos y mensajes deben ser más claros y no tan técnicos.
- La agenda de conservación debe estar alineada al cambio de matriz energética e incidir en los modelos de producción y consumo.
- Se debe aprovechar plataformas como la UICN que, con toda su dimensión, cuenta con muchas posibilidades; abre espacios de diálogo para nuevas respuestas, nuevos caminos, mucho más justos desde un punto de vista social y económico.
La Unión está formada por más de 1,400 Miembros de organizaciones gubernamentales y de la sociedad civil, incluyendo pueblos indígenas; y más de 15,000 expertos en todo el mundo, organizados en siete comisiones temáticas.
En América del Sur, el evento de aniversario contó con la presencia de Miembros, aliados y colaboradores que trabajan e impulsan procesos de conservación en conjunto con la Oficina Regional.