Artículo | 06 Abr, 2021

Las organizaciones locales no son simples “accesorios” de la conservación

David Kaimowitz, del Mecanismo para Bosques y Fincas de la FAO, nos comparte sus reflexiones sobre el papel de la organización mundial que dirige, analiza el reciente informe sobre la gobernanza de los bosques por parte de los pueblos indígenas y tribales, y aborda su interrelación con los bosques primarios.

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Photo: FAO / ENEEI

El Mecanismo para Bosques y Fincas (FFF) es una alianza singular de organizaciones cuya misión es fortalecer y empoderar a las organizaciones de productores forestales y agrícolas (OPFA), incluidos mujeres, jóvenes y pueblos indígenas, como principales agentes de cambio, con el fin de lograr paisajes resilientes al clima y mejores medios de vida..

man with glasses and a moustachePhoto: David Kaimowitz
Entrevista a David Kaimowitz
, Director del FFF en la Sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)

P: David, ¿cuáles áreas considera Ud. prioritarias para la labor del Mecanismo para Bosques y Fincas?

Estamos apoyando los esfuerzos de las organizaciones de agricultores, bosques comunitarios y pueblos indígenas para combatir los efectos del cambio climático y mejorar los medios de vida rurales. Estamos suministrando recursos, facilitando intercambios y sensibilizando sobre la importancia y los logros de estos grupos en 10 países de África, Asia y América Latina, a nivel regional y mundial.

De cara al futuro, tenemos tres prioridades. En primer lugar, ayudar a estas organizaciones rurales a obtener acceso a programas gubernamentales, proyectos internacionales, inversión privada y a los mercados. En segundo lugar, trabajar más a nivel de paisaje, especialmente con los pueblos indígenas, y más en los bosques primarios. Por último, promover un mayor apoyo internacional para las organizaciones forestales y agrícolas locales. La pandemia del Covid-19 ha demostrado claramente que los miembros de estos grupos son esenciales y están al frente de las respuestas a la pandemia. Son fundamentales para reconstruir mejor frente a las crisis interrelacionadas del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la desigualdad.

P: Cuéntenos sobre el reciente informe que Ud. y sus colegas acaban de publicar. ¿De qué forma apoya la labor del FFF?

El informe se centra en la gran importancia que tienen los más de 330 millones de hectáreas de bosques, en los territorios de la diáspora indígena y africana en América Latina, para mitigar los efectos del cambio climático e impulsar la conservación de la naturaleza; y en la urgente necesidad de proteger esos bosques.  Estos territorios constituyen alrededor de un tercio de todos los bosques de América Latina, y albergan, aproximadamente, un 14% del carbono almacenado en los bosques tropicales de todo el mundo. Hay más bosques en estos territorios que en toda Indonesia o la República Democrática del Congo.

Tradicionalmente, los pueblos indígenas y tribales han sido enérgicos guardianes de sus bosques y muchas políticas gubernamentales relacionadas han favorecido la conservación de los bosques. Sin embargo, han aumentado rápidamente las amenazas a estos bosques por parte de ganaderos, agricultores, madereros, especuladores de tierras, compañías mineras y petroleras y otros. Desdichadamente, el apoyo gubernamental a los derechos territoriales indígenas y la gestión forestal también ha disminuido en algunos países. Para muchos, se ha llegado al momento en que los pueblos indígenas ya no pueden detener la marea de destrucción de los bosques en sus territorios sin un apoyo externo sustancial.


NUEVO INFORME 
Los pueblos indígenas y tribales y la gobernanza de los bosques: Una oportunidad para la acción climática en América Latina y el Caribe


Este informe insta a un mayor apoyo a los derechos territoriales, la silvicultura comunitaria, el pago por los servicios de los ecosistemas, la revitalización cultural y el conocimiento tradicional, y para las organizaciones indígenas y de otro tipo, con énfasis en las mujeres y los jóvenes. Las medidas descritas en el informe también ayudarían a estas comunidades a recuperarse de la pandemia que las ha golpeado especialmente.

El trabajo del FFF en América Latina se enfoca principalmente en áreas indígenas de Bolivia y Ecuador, incluyendo algunos de los territorios boscosos discutidos en el informe. Hemos estado especialmente activos ayudando a las comunidades a expandir su trabajo en la agrosilvicultura y los productos forestales no maderables, y apoyando la (re)afirmación de sus identidades culturales y de sus instituciones locales. En el futuro, el FFF también espera involucrarse más en otros aspectos de la gobernanza territorial indígena y el manejo de los bosques naturales.   

P: Nuestra comprensión de los vínculos entre los bosques primarios y los pueblos indígenas está aumentando. ¿Cómo responde a esta situación el FFF?

En Bolivia, por ejemplo, estamos trabajando con organizaciones indígenas que manejan millones de hectáreas de paisajes forestales primarios e intactos, muchos de los cuales se han visto amenazados en los últimos años por incendios masivos. Bolivia tiene un marco jurídico sólido en lo que respecta a los derechos de los territorios indígenas en las tierras bajas, pero estos aún enfrentan una inmensa presión por la invasión externa, y hay una clara exigencia de manejar sus bosques naturales de manera rentable. Por lo tanto, actualmente estamos evaluando las mejores formas en las que podríamos ayudar.

Hoy que la UICN incluye a las organizaciones de pueblos indígenas como categoría específica de su membresía, se están abriendo nuevas oportunidades para fortalecer el trabajo del Mecanismo para Bosques y Fincas con estos grupos.

P: ¿Qué mejoras específicas le gustaría ver en temas o discusiones sobre pueblos indígenas, comunidades locales y bosques?

Es necesario que dejemos de concebir el trabajo con pueblos indígenas, agricultores y otros grupos locales como un simple accesorio de los esfuerzos de conservación.

La cuestión fundamental es que los gobiernos y las empresas privadas por sí solos nunca serán suficientes para llevarnos a donde debemos ir, y es fundamental incluir a estos grupos locales. Un porcentaje sorprendentemente reducido de los fondos para el clima y la biodiversidad llega en realidad al nivel local, donde los bosques están siendo destruidos y las comunidades tienen dificultades para detener esta situación. Por ello es tan importante trabajar directamente con estas comunidades y sus organizaciones.


El FFF es una alianza entre la UICN, la FAO, el IIED y la red Agricord.  Más información sobre el trabajo del FFF en nuestro sitio web: http://www.fao.org/forest-farm-facility/es/.