Declaración conjunta de las Comisiones de la UICN
Contribución del GT II al Sexto Informe de Evaluación del IPCC
El nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas sintetiza los últimos datos científicos sobre los impactos y la vulnerabilidad de los sistemas naturales y socioeconómicos al cambio climático, así como los retos y las opciones de adaptación.
Un mensaje clave del informe del IPCC es que “cualquier nuevo retraso en una acción mundial concertada y anticipada sobre la adaptación y la mitigación hará que se pierda una breve y rápida ventana de oportunidad para asegurar un futuro habitable y sostenible para todos”. Se necesitan todos los enfoques, incluida la “salvaguarda de la biodiversidad y los ecosistemas” y la protección de “entre el 30% y el 50% de las zonas terrestres, de agua dulce y oceánicas de la Tierra aproximadamente, incluidos los ecosistemas casi naturales”.
El cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos inducidos por el hombre han dañado sustancialmente los ecosistemas y han provocado un aumento del riesgo de extinción de más de 10.000 especies, entre ellas la extinta Melomys rubicola. Estos acontecimientos tienen simultáneamente graves consecuencias para el bienestar humano, ya que repercuten en la seguridad alimentaria e hídrica, y en una mayor incidencia de las enfermedades asociadas.
El objetivo del Acuerdo de París de continuar los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales reconoció que esto reduciría significativamente los riesgos e impactos del cambio climático. Una vía clave para alcanzar ese objetivo es mejorar la resiliencia de los ecosistemas mediante la protección de los que se encuentren aun intactos, especialmente los ricos en carbono, como las turberas, las praderas marinas, los manglares y los bosques primarios, y la restauración de los ecosistemas terrestres, de agua dulce, costeros y marinos perdidos y dañados.
Sólidas pruebas científicas sugieren que la conservación efectiva y equitativa de al menos el 30% de las zonas terrestres, de agua dulce y oceánicas de la Tierra es fundamental para reforzar la resiliencia de la biodiversidad y apoyar la integridad de los ecosistemas a escala mundial. Esto contribuirá a mantener los beneficios para las personas, incluidos los medios de subsistencia, la salud humana y el bienestar. Los servicios ecosistémicos resultantes contribuirán a la reducción del riesgo de catástrofes y a la adaptación al cambio climático y la mitigación del mismo.
El 37% de todas las tierras naturales que quedan en el planeta están ocupadas por pueblos indígenas. Estas tierras almacenan alrededor del 13% de todo el carbono retenido en los ecosistemas terrestres y constituyen el 40% de la superficie total formalmente protegida. En 2021, el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, en Marsella, hizo un llamamiento a “todos los componentes de la UICN para dar prioridad a apoyar la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas en la implementación de todas las actividades de protección, conservación y restauración... con el debido reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas sobre sus tierras, territorios y recursos, tal como se establece en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUDPI)” (Resolución 101).
El informe del IPCC reconoce la necesidad de salvaguardar la biodiversidad y los ecosistemas como algo fundamental para un desarrollo climáticamente resiliente. Esto está en consonancia con la necesidad de proteger y conservar los ecosistemas naturales, tal y como se expresa en la Meta 3 del Proyecto de Marco Mundial para la Biodiversidad, que pide a todas las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica conservar al menos el 30% del planeta con áreas protegidas y de conservación efectivas y equitativas.
No podemos permitirnos perder esta estrecha ventana de oportunidad para detener e invertir las tendencias en materia de pérdida de biodiversidad. Subrayamos la necesidad urgente de adoptar medidas eficaces y concertadas para hacer frente a los factores de pérdida de biodiversidad, y de crear asociaciones duraderas con el fin de asegurar ecosistemas naturales intactos, restaurar los ecosistemas degradados y evitar más pérdidas y degradación. Estas acciones no sólo contribuirán a la mitigación del cambio climático, sino que también aumentarán la resiliencia y mejorarán el bienestar humano, especialmente entre las comunidades más vulnerables al cambio climático.
Referencias
- Pörtner, H.-O. et al. WGII Contribution to the IPCC Sixth Assessment Report (AR6), Climate change 2022: Impacts, Adaptation and Vulnerability: Summary for Policymakers. (Switzerland, 2022).
- Garnett, S. T. et al. A spatial overview of the global importance of Indigenous lands for conservation. Nature Sustainability 1, 369, doi:https://doi.org/10.1038/s41893- 018-0100-6 (2018).
- Dinerstein, E. et al. A Global Deal For Nature: Guiding principles, milestones, and targets. Science Advances 5, doi:https://doi.org/10.1126/sciadv.aaw2869 (2019).
- Diaz, S. et al. Summary for policymakers of the global assessment report on biodiversity and ecosystem services of the Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services. (Bonn, Germany, 2019).